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En la mitología griega, el minotauro (antiguo griego: Μῑνώταυρος, Latin: Minotaurus, Etrusco: Θevrumineś), era una criatura con la cabeza de un toro y el cuerpo de un hombre o, como lo describió el poeta romano Ovidio, "mitad hombre y mitad toro". Era hijo de Minos y Pasífae. Habitaba el centro del Laberinto, que era una construcción diseñada por Dédalo y su hijo Ícaro por orden del rey Minos de Creta. El minotauro fue finalmente asesinado por el héroe ateniense Teseo.

El término Minotauro deriva del griego antiguo Μῑνώταυρος, palabra compuesta del nombre Μίνως (Minos) y del sustantivo ταύρος "toro", traducido como "(el) Toro de Minos". En Creta, el Minotauro se conocía por su nombre propio, Asterión, un nombre compartido con el padre adoptivo de Minos.

Originalmente "Minotauro" era un nombre propio que hacía referencia a esta figura mítica. El uso de "minotauro" como nombre común para referirse a una especie genérica de criaturas con cabezas de toro se desarrolló mucho más tarde, en el género de fantasía del siglo XX.

Apariencia

Tras ascender al trono de la isla de Creta, Minos compitió con sus hermanos para gobernar. Minos rezó a Poseidón para que le mandara un toro blanco como la nieve, un signo de apoyo (el toro de Creta). Él tenía que matar al toro para mostrar honor a la deidad, pero decidió quedárselo por su belleza. Pensó que a Poseidón no le importaría si mantenía el toro y sacrificaba uno propio. Para castigar a Minos, Poseidón hizo que Pasífae, la esposa de Minos, se enamorara profundamente del toro. Pasífae hizo que el artesano Dédalo le hiciera una vaca hueca de madera, metiéndose dentro para aparearse con el toro blanco. Su descendencia fue el monstruoso Minotauro. Pasífae lo cuidó, pero creció y se volvió feroz, al ser el hijo no natural de una mujer y una bestia; no tuvo una fuente natural de alimentarse por lo que comenzó a devorar humanos. Minos, tras obtener el consejo del oráculo de Delfos, hizo que Dédalo construyera un laberinto gigante para mantener al Minotauro. Se situaría en el palacio de Minos en Cnosos.

En ninguna parte se ha expresado la esencia del mito más concísamente que en Heroides, atribuido a Ovidio, donde la hija de Pasífae se queja de la maldición de su amor no correspondido: "Mi madre Pasífae, más furiosa. De otro toro al amor quedó rendida, y dando a luz al fiero Minotauro, negar no pudo su pasión inicua".[1] Las lecturas literalistas y lascivas que enfatizan el proceso de la cópula pueden, quizás intencionalmente, ocultar el matrimonio místico del dios en su forma de toro, un mito minoico extraño para los griegos.[2]

El minotauro es normalmente representado en el arte clásico con el cuerpo de un hombre y la cabeza y cola de un toro. Una de las formas que asumía el espíritu fluvial Aqueloo al cortejar a Deyanira era un hombre con cabeza de toro, según Las Traquinias de Sófocles.

Desde la época clásica hasta el renacimiento, el Minotauro aparece en el centro de muchas representaciones del Laberinto.[3] El relato latino de Ovidio del Minotauro, que no aclaraba que mitad era toro y que mitad era hombre, era la más disponible durante la edad media, y muchas versiones posteriores muestran la configuración inversa a la clásica, siendo un torso y cabeza de hombre en el cuerpo de un toro, recordando al centauro. Esta tradición alternativa sobrevivió al renacimiento, permaneciendo en imágenes modernas, como las ilustraciones de Steele Savage para Mythology (1942) de Edith Hamilton.

Historia

Minos, hijo de Zeus y de Europa, pidió al dios Poseidón apoyo para suceder al rey Asterión de Creta frente a sus hermanos Radamantis y Sarpedón y ser reconocido como tal por los cretenses. Poseidón lo escuchó e hizo salir de los mares un hermoso toro blanco, al cual Minos prometió sacrificar en su nombre. Sin embargo, al quedar Minos maravillado por las cualidades del hermoso toro blanco, lo ocultó entre su rebaño y sacrificó a otro toro en su lugar esperando que el dios del océano no se diera cuenta del cambio. Al saber esto Poseidón, se llenó de ira, y para vengarse, inspiró en Pasífae un deseo tan insólito como incontenible por el hermoso toro blanco que Minos guardó para sí.

El laberinto de Creta y el tributo de Atenas

Tras ascender al trono de la isla de Creta, Minos compitió con sus hermanos para gobernar. Minos rezó a Poseidón para que le mandara un toro blanco como la nieve, un signo de apoyo (el toro de Creta). Él tenía que matar al toro para mostrar honor a la deidad, pero decidió quedárselo por su belleza. Pensó que a Poseidón no le importaría si mantenía el toro y sacrificaba uno propio. Para castigar a Minos, Poseidón hizo que Pasífae, la esposa de Minos, se enamorara profundamente del toro. Pasífae hizo que el artesano Dédalo le hiciera una vaca hueca de madera, metiéndose dentro para aparearse con el toro blanco. Su descendencia fue el monstruoso Minotauro. Pasífae lo cuidó, pero creció y se volvió feroz, al ser el hijo no natural de una mujer y una bestia; no tuvo una fuente natural de alimentarse por lo que comenzó a devorar humanos. Minos, tras obtener el consejo del oráculo de Delfos, hizo que Dédalo construyera un laberinto gigante para mantener al Minotauro. Se situaría en el palacio de Minos en Cnosos.

El castigo de Poseidón continuaba. El Minotauro sólo comía carne humana, y conforme crecía se volvía más salvaje. Cuando la criatura se hizo incontrolable, Minos ordenó a Dédalo construir una jaula gigantesca de la cual el Minotauro no pudiera escapar. Dédalo entonces construyó el laberinto de Creta, una estructura gigantesca compuesta por cantidades incontables de pasillos que iban en distintas direcciones, entrecruzándose entre ellos, de los cuales sólo uno conducía al centro de la estructura, donde el Minotauro fue abandonado A la par que el laberinto encerraba al Minotauro, uno de los hijos de Minos,Androgeo, fue asesinado en Atenas después de una competición olímpica donde quedó campeón. El rey de Creta declaró la guerra a los atenienses. Minos atacó el territorio ateniense y, ayudado por la peste que azotó a los asediados, conquistó Megara e hizo rendir a Atenas. La victoria de Minos imponía varias condiciones por la rendición, y se dice que el oráculo de Delfos fue quien aconsejó a los atenienses ofrecer un tributo a Creta.Diccionario de la mitología clásica, pág. 595. Así, una de las condiciones emergentes era entregar a catorce jóvenes castos como sacrificio para el Minotauro. Existen dos versiones conocidas acerca de la frecuencia de este tributo. Según una historia, los catorce jóvenes castos eran enviadas anualmente; en cambio, otra versión dice que los 14 muchachos eran llevados cada nueve años. Los catorce jóvenes eran internados en el laberinto, donde vagaban perdidos durante días hasta encontrarse con la bestia, sirviéndole de alimento.

Teseo

Años después de impuesto el castigo a los atenienses, Teseo, hijo de Egeo, se dispuso a matar al Minotauro y así liberar a su patria de Minos y su condena. Se cuentan dos cosas acerca de cómo llegó Teseo a introducirse en el laberinto de Creta. Unos dicen que después de ayudar a Egeo contra los Palántidas, Teseo se enteró del sacrificio de los jóvenes y decidió él mismo ser parte de la ofrenda para enfrentarse a la bestia. Otra narración dice que era el propio Minos quien elegía a los jóvenes que servirían de alimento al Minotauro, y, enterado del aprecio que sentía Egeo por Teseo, quiso que éste fuera devorado en el laberinto. Era la tercera vez que catorce jóvenes atenienses, iban a ser sacrificados en favor de la bestia antropófaga cuando Teseo llegó a Creta, 27 años después de iniciado el terror del Minotauro. Al llegar a Creta, los jóvenes fueron presentados a Minos. Teseo conoció entonces a Ariadna, hija del rey, quien se enamoró de él. La princesa rogó a Teseo que se abstuviera de luchar con el Minotauro, pues eso le llevaría a una muerte segura, pero Teseo la convenció de que él podía vencerlo. Ariadna, viendo la valentía del joven, se dispuso a ayudarlo, e ideó un plan que ayudara a Teseo a encontrar la salida del laberinto en caso de que derrotara a la bestia. En realidad ese plan fue solicitado por parte de Ariadna a Dédalo, quien se las había ingeniado para construir el laberinto de tal manera que la única salida fuera usar un ovillo de hilo, el cual Ariadna le entregó para que, una vez que hubiera ingresado en el laberinto, atara un cabo del ovillo a la entrada. Así, a medida que penetrara en el laberinto el hilo recordaría el camino y, una vez que hubiera matado al Minotauro, lo enrollaría y encontraría la salida.

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Referencias

  1. Heroides, pp. 55. Consultado el 8 de agosto de 2015.
  2. See R.F. Willetts, Cretan Cults and Festivals (London, 1962); La unión de Pasífae con el toro se ha reconocido como una unión mística durante un siglo: F. B. Jevons ("Report on Greek Mythology" Folklore 2.2 [June 1891:220-241] p. 226) notes of Europa and Pasiphaë, "La base de ambos mitos es la unión del espíritu lunar (en forma humana) conn un toro; en ambos mitos tienen que hacerlo con un matrimonio sagrado."
  3. Se muestran varios ejemplos en Kern, Through the Labyrinth, Prestel, 2000.
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