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Pieter paul rubens, ercole e i leone nemeo, 02

Hércules lucha contra el león de Nemea (1618- 1619), de Pedro Pablo Rubens

El león de Nemea (Griego: Νεμέος λέων[1] Neméos léōn; latín: Leo Nemaeus) era un monstruo atroz de la mitología griega que vivía en Nemea. Fue finalmente matado por Hércules. Las armas mortales no podían hacerle daño ya que su pelaje dorado era inmune a los ataques. Sus garras eran más afiladas que las espadas mortales y podía cortar cualquier armadura.

Los leones actuales no son parte de la fauna griega, o europea, actual. Sin embargo, según Herodoto, existían las poblaciones de leones en antigua Grecia, hasta que se extinguieron en el 100 a.C.[2]

Normalmente se considera al león como descendencia de Tifón [3](u Ortro[4]) y Equidna; también se dice que cayó de la Luna como la descendencia de Zeus y Selene, o alternativamente, que nació de Quimera. El león de Nemea fue mandado a Nemea en el Peloponeso para aterrorizar a la ciudad.

Primer trabajo de Hércules[]

Herakles Nemean lion BM B621

Enócoe, 520-500 a.C., de Vulci

Leon de nemea

Hércules atacando al león de Nemea

Hercules-against-the-lion

Ilustración del ataque entre Hércules y el león de Nemea

La primera de las doce labores de Heracles, propuestas por el rey Euristeo, su primo, era matar al león de Nemea.

Según una versión del mito, el león de Nemea secuestraba a mujeres en su madriguera, en una cueva cerca de Nemea, atrayendo a guerreros de ciudades cercanas que buscaban salvar a la mujer que simulando heridas, y correría a su lado. Una vez que estaba cerca, la mujer se transformaba en un león y mataba al guerrero, devorando sus restos y entregando los huesos a Hades.

Heracles vagó por la zona hasta que llegó a la ciudad de Cleonas. Allí conoció a un chico que le dijo que si Heracles mataba al león de Nemea y volvía vivo en 30 días o él mismo se sacrificaría a Zeus[3]. Otra versión afirma que conoció a Molorco, un pastor a quien el león le mató un hijo, diciendo que si volvía en 30 días, sacrificaría un cordero a Zeus. Si no volvía en 30 días, lo sacrificaría al fallecido Heracles como ofrenda de luto.

Mientras buscaba al león, Heracles hizo unas flechas para usarlas contra él, sin saber que el pelaje dorado era impenetrable; cuando descubrió al león, le disparó con el arco y descubrió las propiedades protectoras del pelaje cuando la flecha rebotó en el muslo de la bestia. Tras cierto tiempo, Heracles hizo que el león volviera a su cueva. La cueva tenía dos entradas, una que Heracles bloqueó; él entró por la otra. En la oscuridad, aturdió a la criatura con su garrote y, usando su inmersa fuerza, lo estranguló hasta matarlo. Durante la lucha, el león le mordió uno de sus dedos. Otros dicen que le disparó flechas hasta que le dio en la boca, que no tenía protegida.

Tras matar al león, intentó despellejarlo con una cuchillo de su cinturón, pero falló. Entonces intentó afilar el cuchillo con una piedra e incluso intentó usar la propia piedra. Finalmente, Atenea, percatándose de la situación del héroe, le dijo a Heracles que usara las propias garras del león para cortar la piel.

CUando volvió el 30º día llevando la piel del león en sus hombros, el rey Euristeo estaba sorprendido y aterrado. Euristeo le prohibió volver a la ciudad; en el futuro tendría que mostrar los resultados de sus labores fuera de las puertas de la ciudad. Euristeo le advirtió que las tareas que le había encargado serían cada vez más difíciles. Entonces mandó a Heracles a su siguiente trabajo, que era destruir a la hidra de Lerna.

La piel del león de Nemea era inmune a todos los elementos, y solo podían dañarle las armas más poderosas. Otros dicen que la armadura de Heracles era, de hecho, la piel del león de Citerón.

Referencias[]

  1. Wagner, Richard Anton (ed.), Mythographi Graeci, Vol. I: "Index nominum et rerum memorabilium".
  2. Schaller, George B. (1972). The Serengeti lion: A study of predator-prey relations, Chicago: University of Chicago Press. ISBN 0226736393.
  3. 3,0 3,1 Apolodoro, Bibliotheca 2.5.1
  4. Hesiodo, Teogonía 327
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