Para la etnia urus en la meseta de Collao, entre Bolivia, Perú y Chile, Huari ("el sol") era una variante regional de Viracocha y Kon, deidades que se movieron en forma humana, instruyendo y ordenando el mundo. Se le describía con otros aspectos, como la forma de una serpiente o convertido en piedra. En un lugar, los españoles quemaron representaciones de la deidad junto con cinco piedras más pequeñas llamadas conopas. También se le describió como antropófago, reminiscente de Wakon y Huallallo Carhuancho. Huarí era ocasionalmente nombrado como uno de los dos hermanos que juntos formaban un solo huaca con dos caras, proporcionando el concepto dual encontrado en otras deidades andinas masculinas como Pachacámac.[1]
Sol diurno y nocturno[]
Huari era designado como el Sol, poseyendo cualidades agrícolas. A su vez, los documentos de Catajambo muestran que su dominio era el subsuelo, lagos, puquios, aguas subterráneas, cuevas y la oscuridad. En la cosmogonía andina, el mundo flotaba sobre el agua en el que se sumergía el Sol. Este recorría el mundo inferior y emergía en el lago Titicaca. En este sentido, Huiracocha pudo haber evolucionado como "lago del Sol" o "lago por donde sale el Sol", siendo Huari la manera de denominar tanto al Sol diurno como nocturno.[2]
Referencias[]
- ↑ Steele, Paul R (2004). «Encyclopedia of Mythic Narratives, Themes, and Concepts», Handbook of Inca Mythology, ABC-CLIO, Inc., pp. 178. ISBN 1-85109-621-3.
- ↑ de Santa Cruz Pachacuti Yamqui Salcamaygua, Joan (2014). «VIII. Falsificación y restauración de Viracocha Pacha Yachachic», Relación de antiguedades deste reyno del Piru: Estudio etnohistórico y linguístico, Institut français d’études andines, pp. 82.
| ||||||||||||||