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}}La '''hidra de Lerna''' (Griego: Λερναῖα Ὕδρα, Lernaîa Hýdra), conocida con más frecuencia simplemente como Hidra, era un monstruo acuático serpentino de la mitología griega y romana. Su refugio era el lago de Lerna en la Argólide, que también era el lugar del mito de las [[Danaides]]. Lerna era conocida por ser la entrada del [[inframundo]], estableciéndose arqueológicamente como un lugar sagrado más antiguo que el Argos micénico. En el mito canónico de la hidra, el monstruo es asesinado por [[Heracles]] usando su espada y fuego en la segunda de sus doce labores.
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}}La '''hidra de Lerna''' (Griego: la serpion), conocida con más frecuencia simplemente como Hidra, era un monstruo acuático serpentino de la mitología griega y romana. Su refugio era el lago de Lerna en la Argólide, que también era el lugar del mito de las [[Danaides]]. Lerna era conocida por ser la entrada del [[inframundo]], estableciéndose arqueológicamente como un lugar sagrado más antiguo que el Argos micénico. En el mito canónico de la hidra, el monstruo es asesinado por [[Heracles]] usando su espada y fuego en la segunda de sus doce labores.
   
 
Según Hesiodo, la hidra era la descendencia de [[Tifón]] y [[Equidna]]. Poseía muchas cabezas, con formas de pene
 
Según Hesiodo, la hidra era la descendencia de [[Tifón]] y [[Equidna]]. Poseía muchas cabezas, con formas de pene

Revisión del 19:21 17 jun 2018

La hidra de Lerna (Griego: la serpion), conocida con más frecuencia simplemente como Hidra, era un monstruo acuático serpentino de la mitología griega y romana. Su refugio era el lago de Lerna en la Argólide, que también era el lugar del mito de las Danaides. Lerna era conocida por ser la entrada del inframundo, estableciéndose arqueológicamente como un lugar sagrado más antiguo que el Argos micénico. En el mito canónico de la hidra, el monstruo es asesinado por Heracles usando su espada y fuego en la segunda de sus doce labores.

Según Hesiodo, la hidra era la descendencia de Tifón y Equidna. Poseía muchas cabezas, con formas de pene cuyo número variaba según la fuente. Las versiones posteriores de la historia de la hidra añaden el rasgo regenerativo del monstruo: por cada cabeza cortada, volvería a crecer una o más cabezas.

La hidra tenía un aliento venenoso, y su sangre era tan virulenta que incluso su aroma era letal.

Desarrollo del mito

Hidra-0

Ilustración de la hidra

La narrativa existente más antigua de la hidra aparece en la Teogonía de Hesiodo, mientras que las imágenes más antiguas del monstruo se encuentra en un par de fíbulas de bronce del ca. 700 a.C. En ambas fuentes, los principales del mito de la hidra estaban ya presentes: la serpiente policéfala es asesinada por Heracles y Yolao. Aunque la fíbula presenta una hidra con seis cabezas, su número de cabezas fue fijada en la escritura de Alceo (ca. 600 a.C.), que le dio nueve cabezas. Simónides, un siglo después, aumentó el número a quince, mientras Eurípides y Virgilio, entre otros, no se molestaron en dar un número exacto. Heráclito, el paradoxógrafo, racionalizó el mito sugiriendo que la hidra pudo ser una sola serpiente acompañada de su descendencia.

Como el número inicial de cabezas, la capacidad del monstruo de regenerar sus cabezas perdidas varía con la época y el autor. La primera mención de esta habilidad aparece con Eurípides, donde el monstruo crecía un par de cabezas por cada una cortada por Heracles. Paléfato, Ovidio y Diódoro Sículo coinciden con Eurípides, mientras para Servio le crecen tres cabezas cada vez; el Suda no da un número. Las representaciones del monstruo del ca. 500 a.C. lo muestran con una doble cola así como múltiples cabezas, sugiriendo la misma habilidad regenerativa, pero no todos los relatos literarios presentan esta cualidad.

La hidra tiene muchos paralelismos con las antiguas religiones de Oriente Medio. En particular, con las mitologías sumerias, babilónicas y asirias, que celebraban las hazañas del dios de la guerra y caza Ninurta, a quien el Angrim le atribuye matar 11 monstruos en una expedición a las montañas, incluida una serpiente de siete cabezas (posiblemente idéntico con el Mushmahhu) y Bashmu, cuya constelación (a pesar de solo tener una cabeza) fue asociada luego por los griegos con la hidra. La constelación se asocia a veces en los contextos babilónicos con el dragón de Marduk, el Mušḫuššu.

Segundo trabajo de Hércules

Hercules-and-hydra

Imagen clásica de la lucha de Hércules y la hidra

Euristeo mandó a Heracles a matar a la hidra, a quien Hera crió para matar a Heracles. Al llegar al pantano del lago Lerna, donde habitaba la hidra, Heracles se cubrió su boca y nariz con una tela para protegerse de los vapores tóxicos. Disparó flechas ardiente a la guarida de la hidra, el manantial de Amimone, una profunda cueva de donde solo salía para aterrorizar los pueblos cercanos. Entonces se enfrentó a la hidra portando solo una hoz (según algunas pinturas antiguas en vasos), una espada, o su famoso garrote. La reacción de la criatura ctónica a esta decapitación era botánica: dos crecían de nuevo, una expresión de desesperación menos para el héroe. La debilidad de la hidra es que era invulnerable solo si mantenía una sola cabeza.

Los detalles de la lucha son explícitos en Biblioteca: dándose cuenta de que no podía derrotar a la hidra de esa manera, Heracles pidió ayuda a su sobrino Yolao. Su sobrino tuvo la idea (posiblemente inspirado por Atenea) de usar una tea para cauterizar los cuellos tras cada decapitación. Heracles cortaba cada cabeza y Yolao cauterizaba los cuellos. Viendo que Heracles estaba ganando la batalla, Hera mandó un gran cangrejo para distraerlo. Lo aplastó con su poderoso pie. La cabeza inmortal de la hidra fue cortada con una espada dorada que Atenea dio a Heracles. Heracles colocó la cabeza, aún viva y coleando, bajo una gran roca en el camino sagrado entre Lerna y Elayo, mojando sus flechas en su sangre venenosa. Así completó su segunda tarea.

La versión alternativa de este mito es que, tras cortar una cabeza, entonces mojaba su espada en el cuello y usaba su propio veneno para cauterizar cada cabeza para evitar que crecieran. Hera, molesta porque Heracles hubiera podido matar a la bestia que crió para matarlo, la situó en la bóveda celeste del cielo como la constelación de la Hidra. Entonces convirtió al cangrejo en la constelación de Cáncer.

Heracles usaría luego las flechas mojadas en la sangre de la hidra para matar a otros enemigos durante las labores restantes, como las aves de Estínfalo o el gigante Gerión. Luego usó una para matar al centauro Neso: la sangre contaminada de Neso fue aplicada a la túnica de Neso, por lo que el centauro tuvo su venganza póstuma. Tanto Estrabón como Pausanías informan que el hedor del río Anigrus en Elis, que hacía que los peces no fueran comestibles, se creía causado por el veneno de la hidra, arrastrado por las flechas que Heracles usó en el centauro.

Cuando Euristeo, el agente de Hera que le asignaba las doce labores a Heracles, descubrió que fue Yolao quien le dio la tea a Heracles, declaró que la tarea no había sido completada solo y por lo tanto no contaba como una de las doce labores mandadas por él. El elemento mítico es un un intento equívoco de resolver el conflicto entre las antiguas diez labores y las doce más recientes.