Peritio

El peritio es un supuesto animal mitológico híbrido que combina los rasgos de un ciervo y un ave. El peritio fue creado y descrito por Jorge Luis Borges en su su obra "Manual de zoología fantástica", también conocida como "El libro de los seres imaginarios", usando un supuestamento manuscrito perdido hace mucho como fuente. Su nombre en latín habría sido peritius, que casualmente es el nombre latino del cuarto mes del antiguo calendario macedonio (Peritios, Luna de enero).

Supuestamente la sibila de Eritrea anunció que uno de sus oráculos en Roma sería destruido por los peritios, pero al desaparecer esos oráculos en el 671 d.C. al quemarse accidentalmente, se omitió la advertencia. Dada la falta de datos, un rabino de Fez del siglo XVI, posiblemente Aaron-Ben-Chaim, publicó un folleto sobre animales fantásticos donde hablaba de una obra de un autor árabe que escribió de un tratado sobre los peritios, perdido debido a que Omar incendió la biblioteca de Alejandría en el 640. El texto del rabino estaba hasta antes de la 2ª Guerra Mundial en la Universidad de Munich, pero ya sea por el bombardeo o consecuencia de los nazis, desapareció.

Descripción

Tienen la cabeza y patas de ciervo, y el cuerpo y sus alas y plumas de ave. Cuando les da el sol, en vez de su figura proyectan la de un ser humano. Algunos concluyen que los peritios son los espíritus de quienes murieron sin protección divina. En Rávena dicen que su plumaje es celeste, aunque en los textos se describen de color verde muy oscuro.

Comportamiento

Los peritios viven en la Atlántida. Comen tierra seca y vuelan en bandadas, siendo vistos en las columnas de Hércules. Cuando matan a un hombre, su sombra alcanza el favor de los dioses. Supuestamente, durante el cruce de las aguas de Escipión para luchar contra Cartago, muchos hombres fueron victimas de los peritios. Son inmunes a las armas humanas, pero por otra parte no pueden matar a más de un hombre. Se revuelcan en la sangre de la víctima y entonces huye a las alturas.