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Bilibin

Baba Yaga representada por Ivan Bilibin (1902).

En el folclore eslavo, Baba Yaga es un ser sobrenatural (o un miembro del trío de hermanas del mismo nombre) que aparece como una mujer deformada y/o de aspecto feroz. Baba Yaga vuela en un mortero, sujetando una maja, y habita en una choza en el bosque profundo de la que se dice que se sostiene sobre patas de pollo (o, a veces, una sola pata de pollo).[1] Baba Yaga puede ayudar o estorbar a aquellos que la encuentran la buscan. A veces tienen una función maternal, y también tiene asociaciones con la vida salvaje del bosque. Según la morfología de las leyendas populares de Vladimir Propp, Baba Yaga aparece como una donante o una villana, o puede simultáneamente de forma ambigua.

Andreas Johns identifica a Baba Yaga como "una de las figuras más memorables y distintivas del folclore europeo eslavo", y observa que es "enigmática" y a veces exhibe una "chocante ambigüedad".[2] Johns la describe como una "figura de muchas caras, capaz de inspirar investigadores para verla como una Nube, Luna, Muerte, Invierno, Serpiente, Ave, Pelícano o Diosa Terrestre, ancestro matriarcal totémico, iniciadora, madre fálica o imagen arquetípica".[2]

Etimología

Babayaga lubok

Baba Yaga sobre un cerdo combatiendo al cocodrilo infernal, comienzos del siglo XVI.

Se han encontrado variaciones del nombre Baba Yaga en los idiomas de los pueblos eslavos orientales. El primer elemento, baba, es claramente un balbuceo, que significa "mujer" o, concretamente, "anciana". Se sigue usando la misma palabra tanto para abuela como para anciana en serbo-croata y búlgaro. En el ruso moderno, la palabra бабушка babushka ("abuela") deriva de ella, así como "babcia" ("abuela") en polaco y ucraniano. Baba también puede tener una connotación peyorativa en el ucraniano y ruso moderno, tanto para mujeres como para "un hombre afeminado, tímido y sin carácter". En Polaco, el término se considera peyorativo, significando "mujer viciosa o fea".[3] En checo se aplican ambos significados. De forma similar a otros términos de parentesco en los idiomas y dialectos eslavos, la palabra baba puede aplicarse fuera de la familia, potencialmente como resultado de un tabú. Por ejemplo, en varios idiomas y dialectos eslavos, la palabra baba puede aplicarse en varios animales, fenómenos naturales y objetos, como tipos de setas, una tarta o pera. Esta función se extiende a accidentes geográficos. En la región de Polesia de Ucrania, el plural de bebé puede referirse a un banquete funeral de otoño.[2]

Aunque se han propuesto varias etimologías para el segundo elemento del nombre, Yaga, sigue siendo más etimológicamente problemático y no se ha llegado a ningún consenso entre los académicos. Por ejemplo, en el siglo XIX, Alexander Afanasyev propuso la derivación del proto-eslavo *ǫžь ("serpiente") y sánscrito अहि ahi ("serpiente"). Esta etimología ha sido explorada por otros académicos en el siglo XX.[2]

Baba-Yaga Lubok1

Baba Yaga bailando con un anciano. Siglo XVIII.

Aparecen términos relacionados al segundo elemento del nombre, Yaga, en los distintos idiomas eslavos: el serbio y croata jeza ("horror, escalofrío, frialdad"), esloveno jeza ("ira"), antiguo checo jězě ("bruja, ser femenino malvado legendario"), checo moderno jezinka ("ninfa embrujada del bosque, dríade") y el polaco jędza ("bruja, mujer malvada, furia"). El término aparece en el antiguo eslavo eclesiástico como jęza/jędza ("enfermedad"). En otros idiomas indo-europeos, el elemento iaga se ha relacionado al lituano engti ("oprimir, desollar"), ingti ("volverse vago, volverse calvo, deshacerse de la piel") e ingas ("vago, lento"). El inglés antiguo inca ("duda, preocupación, dolor") y el antiguo nórdico ekki ("dolor, preocupación).[2]

Descripción

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Baba Yaga volando en su mortero en Vassilisa la bella por Ivan Bilibin 1899

Baba Yaga es una bruja cambia formas e inmortal, teniendo un profundo conocimiento de todo y siendo la personificación del mal. Vive en una cabaña con patas de pollo en cada esquina que le permiten girar según el viento o si se pronuncia una palabra inaudita. En algunas leyendas, las patas permitían desplazarse a la casa, mientras que otras, esta giraba sobre un eje. Las puertas y vallas de su casa están hechas de huesos de sus víctimas, con cada poste adornado con un cráneo. El marco de la puerta está hecho con piernas, el pestillo con manos y una boca con dientes afilados como cerrojo. Aunque según otras leyendas, aparte de las patas de pollo, la cabaña no tenía nada fuera de lo normal. Quien entrase vería a Baba Yaga embutida en la cabaña con la nariz pegada al techo.[4]

Algunas leyendas la describen tan solo como una vieja arrugada. Otras la describen como una anciana demacrada que es poco más que piel y huesos. Sus dientes son largos y afilados, siendo ocasionalmente de hierro, y con colmillos que protruyen de sus labios. Esto le permite devorar a sus víctimas, a las que petrifica temporalmente. Su pelo es una maraña de serpientes que se retuercen, lo que sugiere la influencia griega de la gorgona Medusa. Su nariz y pechos están hechos de hierro.[4]

Se le asocia tanto con la muerte como la fuente de nueva vida, que prepara en un caldo con los huesos de sus víctimas. Este caldo también puede contener dedos y ojos.

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Baba Yaga a la derecha, por Ivan Bilibin.

En su aspecto benevolente, no es distinta de una anciana común, con el tocado tradicional de una mujer casada. Contando su faceta benévola y malévola, tiene tres aspectos que podrían equipararse a las moiras. En su primer aspecto, como diosa de la fertilidad es benévola, trayendo nueva vida al mundo. En el segundo aspecto proyecta el mapa de la vida y es tanto malévola como benévola. En el tercer aspecto determina la fecha de la muerte, siendo la que aparece frecuentemente. En esta forma triple, Baba Yaga acecha cada nueva vida, amenazando con llevársela. Es proclive a la pasión y el capricho. Pide el sacrificio de un niño a cambio de riquezas ya que, como el Plutón clásico, controla las riquezas de la tierra. También se ha comentado que los huesos de su casa tienen una fuerte conexión con el mundo espiritual, siendo un cruce entre el mundo de los vivos y los muertos.[4]

Puede controlar el Sol, el día y la noche. También controla el clima y puede devorar el Sol y la Luna, favorecer o destruir cultivos, y regular el flujo de leche de las vacas de la misma manera que controla el flujo de la lluvia. Monta en un mortero volador, que representa los aspectos destructivos y protectores, ya que los pueblos eslavos no solo lo usaban para moler grano sino para hacer lino de hilar. También representan los órganos reproductores y son símbolos de las tres fases de la vida (nacimiento, vida, muerte).[4]

Folclore

La primera referencia clara a Baba Yaga (Iaga baba) ocurre en 1755; la Rossiiskaia grammatika ("Gramática rusa") de Mikhail V. Lomonosov. En la gramática de Lomonosov, Baba Yaga es mencionada dos veces entre otras figuras de la tradición eslava. La segunda de las menciones ocurre en una lista de dioses y seres eslavos junto a su equivalencia en la mitología romana (el dios eslavo Perun, por ejemplo, aparece equiparado al dios romano Júpiter). Sin embargo, Baba Yaga aparece en una tercera sección sin equivalencia, mostrando la percepción de unicidad incluso en el primer testimonio conocido.

En las narrativas donde aparece Baba Yaga, muestra una variedad de atributos físicos: una cabaña de pies de pollo; y un mortero, maja y/o mopa o escoba. Baba Yaga suele tener el epíteto "pierna huesuda" (Baba Taga kostianaia roga), y cuando está dentro de su morada, puede encontrarse estirada sobre la estufa, alcanzando esquinas opuestas de la cabaña. Baba Yaga puede sentir y mencionar el "aroma ruso" (russky dukh) de aquellos que la visitan. Su nariz puede pegarse al techo. Algunos narradores han hecho especial énfasis en la repulsividad de su nariz y otras zonas corporales.

Vasilisa

La heroina Vasilisa en el exterior de la cabaña de Baba Yaga, por Ivan Bilibin (1902).

En algunas leyendas aparece un trío de Baba Yagas como hermanas, todas compartiendo el mismo nombre. Por ejemplo, en la versión de "La Dama Tsar" recogida en el siglo XIX por Alexander Afanasyev, Iván, el atractivo hijo de un mercader, se encuentra en su camino a casa con tres Baba Yagas:

Cita inicioSiguió su camino, todo recto [...]y finalmente llegó a una pequeña cabaña; se mantenía en el campo abierto, sostenida por patas de pollo. Entró y encontró a Baba Yaga la pierna huesuda. "Fie, fie", dijo, "el olor ruso nunca se oyó ni fue visto aquí, pero ha venido él solo. ¿Estás aquí por voluntad propia o por obligación, mi buen joven?" "Mayormente por mi propia voluntad, ¡y dos veces más por obligación! ¿Sabes, Baba Yaga, donde se encuentra el tres veces décimo reino?" "No, no lo sé", dijo, y le contó que fuera a ver a su segunda hermana; ella podría saberlo.[5]Cita final

~ '


Iván camina un poco más hasta encontrarse otra cabaña idéntica a la primera. Esta Baba Yaga hace los mismos comentarios y preguntas que la primera, e Iván responde las mismas preguntas. Esta segunda Baba Yaga no sabe ni le dirige a la tercera, pero le dice que si se enfada con él "y quiere devorarte, cógele tres cuernos y pídele permiso para soplarlos; sopla el primero suavemente, el segundo más fuerte, y el tercero también fuerte". Iván le da las gracias y continúa su viaje.[5]

Tras seguir caminando, Iván se encuentra finalmente con la cabaña de la hermana más joven. Esta vez la más joven de las Baba Yagas hace el mismo comentario sobre su "olor ruso" antes de humedecer sus dientes para comerse a Iván. Iván le ruega que le de tres cuernos, y así lo hace. Toca el primero suavemente, y los dos siguientes los toca fuerte. Esto hace que todo tipo de pájaros llegue a la cabaña. Una de los pájaros es un ave de fuego, que le dice que salte en su espalda o Baba Yaga lo devorará. Así lo hace y Baba Yaga lo persigue y agarra al ave por la cola. El ave se va con Iván, dejando a Baba Yaga con un puñado de plumas.[5]

Figuras relacionadas y análogas

Ježibaba, una figura íntimamente relacionada con Baba Yaga, aparece en el folclore de los pueblos eslavos occidentales. El nombre Ježibaba y sus variantes están directamente relacionados con el de Baba Yaga. Las dos figuras parten de una figura común del periodo medieval, si no anterior, y ambas están en épocas similarmente ambiguas. Ambas difieren en su apariencia en los distintos tipos de leyendas y también poseen diferencias en su aspecto. Pertenece al área de las naciones eslavas occidentales, Eslovaquia y las tierras checas.[2]

Los académicos han identificados varias criaturas en el folclore y mitología que comparten similitudes de distinta magnitud con Baba Yaga. Estas similitudes pueden deberse a la relación directa con el contacto directo con eslavos orientales y otros pueblos circundantes. En Europa del este, estas figuras incluyen la búlgara gorska majka ("Madre Bosque); la serbia Baba Korizma, Gvozdenzuba ("Diente de hierro"), Baba Roga (también usada para asustar a niños en Croacia y Bosnia), sumska majka ("Madre Bosque"), y la babice; y la eslovena Baba Pehtra. En el folclore rumano, las similitudes se han identificado en varias figuras, incluyendo Muma padurii ("Madre bosque"). En la europa germánica, se han observado similitudes entre la alpina Perchta y Holda o Holle en el folclore de Alemania central y meridional, y la suiza Chlungeri.[2]

Referencias

  1. Paul D. Steeves (1988). The Modern Encyclopedia of Religions in Russia and the Soviet Union, Academic International Press, p. 168. ISBN 978-0-87569-106-0.
  2. 2,0 2,1 2,2 2,3 2,4 2,5 2,6 Johns, Andreas (2004). Baba Yaga: The Ambiguous Mother and Witch of the Russian Folktale. Peter Lang. ISBN 0-8204-6769-3.
  3. . Baba jaga - Słownik języka polskiego. Polish Scientific Publishers PWN. Consultado el día 27-02-2016.
  4. 4,0 4,1 4,2 4,3 Dixon-Kennedy, Mike (febrero de 1998). ABC-CLIO (ed.). Encyclopedia of Russian and Slavic Myth and Legend, pp. 23-28.
  5. 5,0 5,1 5,2 Russian Fairy Tales. Guterman, Norbert (trans.). Pantheon Books. 1973 [1945].
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